Artesanos mexiquenses se unen para rescatar la tradicional prenda de vestir, el rebozo, con un increíble proyecto llamado «La Rebocería».
El cual también busca que los artesanos dedicados a elaboración de este manto tengan un pago justo por su trabajo, esfuerzo y empeño.
Más de 30 artesanos de Calimaya, Tenancingo y Zumpahuacán se han unido a la iniciativa de «La Rebocería» impulsado por Julio César Gómez y Jesús Fuentes.
«Nació la idea de crear un proyecto el cual rescatara lo cual ya se estaba perdiendo en Calimaya y sobre todo se reconociera a quien todavía lo seguía haciendo» expresó Julio César Gómez.
A lo largo de seis años, este proyecto ha ido creciendo gracias a la implementación de las nuevas tecnologías como el uso de redes sociales y la venta en línea, siendo su principal canal de ingreso.
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«Al principio fue complejo, la gente pensaba o tenía la costumbre de ir a comprar un rebozo al mercado, al tianguis, y manejamos este nuevo esquema en línea» indicó Jesús Fuentes.
Sin embargo, cuenta el cofundador que uno de los mayores retos fue convencer a la gente que realmente el proyecto era impulsado por artesanos mexiquenses.
«Nosotros los artesanos estamos detrás de este proyecto, somos quienes estamos dando a conocer nuestro trabajo a través de las redes sociales, y tuvimos que lidiar con eso porque pensaban que éramos revendedores» agregó Jesús Fuentes.
Cabe destacar que también cuentan con un espacio físico ubicado en la calle Aldama 13 oriente en Cruz Blanca en Calimaya donde los artesanos pueden realizar sus textiles y vender sus productos.
«Nuestro trabajo es completamente manual, y por eso los costos son elevados porque cuesta mucho trabajo elaborar cada prenda, cada pieza, la cual es totalmente artesanal y manual» expresó el cofundador de la Rebocería.
La Rebocería ofrece al rededor de 200 tipos de rebozo como palomo, doble labor, arco de granada y de llovizna.
Rosario Nuñez, es una de las artesanas que conforman este colectivo y quien desde pequeña sigue la tradición de elaborar estos rebozos.
Esta artesana no solo elabora los típicos rebozos tradicionales, sino que crea nuevos diseños que surgen de su imaginación.
«Cada rebozo es diferente, y antes de hacer uno, yo ya lo tengo hecho, sin haberlo trabajado, ya lo vi como se va a ver, ya está en mi mente» indicó Rosario.
Es importante mencionar que el éxito de este proyecto ha sido a los sacrificios de los artesanos han tenido que hacer muchas cosas para poder continuar con esta labor.
«Y espero que este sacrificio dará como consecuencia que no se olvide esta prenda, que pase a las nuevas generaciones, y que lo aprecien y lo valoren» finalizó Jesús Fuentes.
CL.