Imagina un acogedor rincón culinario donde los aromas vibrantes de la cocina mexicana dan la bienvenida a los comensales. Este restaurante de chilaquiles es un festín para los sentidos. Las paredes están adornadas con coloridas obras de arte que reflejan la rica cultura mexicana, y la música ranchera suena suavemente de fondo, creando una atmósfera animada y alegre.
Las mesas están vestidas con mantelería tradicional y platos de cerámica vibrante, agregando un toque de autenticidad a la experiencia. La luz tenue resalta los brillantes colores de los chilaquiles, que se sirven en platos generosos y decorados con aguacate fresco, crema, y queso desmenuzado.
Los comensales pueden disfrutar de una variedad de opciones, desde los chilaquiles verdes con salsa de tomatillo hasta los rojos con un toque picante.
El menú también ofrece opciones para personalizar tu plato con ingredientes adicionales como:
- Carne deshebrada,
- Huevo estrellado
- Frijoles refritos.
- Cecina natural / adobada
- Longaniza
- Bistec
No es necesario pedir chilaquiles, también puedes pedir unos tacos, enfrijoladas, enchiladas, papas a la francesa, salchipapas, aparte acá entre nos preparan unas cervezas que ¡uf! Te las sirven superfrías ya sea escarchada con chamoy o con sal y limón apoco no son perfectas para acompañar tu menú.
El personal es cálido y amigable, brindando un servicio atento que hace que los clientes se sientan como en casa. Es el lugar perfecto para disfrutar de una auténtica experiencia culinaria mexicana con amigos y familiares.
Si no sabes cómo llegar, aquí te decimos cómo:
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DARP